¿A dónde me llevas, camino incierto?
¿A los blondos amaneceres o a la oscura noche?
Tan igual al color del alma cuando se me rompe
Camino, qué te hace pensar que soy digna de husmearte y acomodarme en tus mitades. En tus inicios.
Camino, déjame pisarte, olerte y agradarte.
Porque le temo a no soportar tus impertinencias, tus sarcasmos y hasta tus caricias.
Le temo a transitarte, como pocas veces lo pensé.
Le temo a perderme en tu lontananza y dejar de ver pupilas felices.
Espero, Camino, que nuestro encuentro sea armonioso, seguro y entusiasta
Dame la dicha de sentirme segura.
Dame cobijo y regazo
Para desear con vehemencia verme entre tus rumbos sin descanso
Camino, voy por ti
Soy un Dementor sediento de tu paz